jueves, 30 de octubre de 2008

Los timidos tambien sufrimos desamores

Como por accidente, cada tanto hay una mujer para la cual vencí todas mis limitaciones, o mas bien, ella se encargo de atacar todas las barricadas que se habian hecho en mi alma. Dura un tiempo, se termina.
Los soldaditos del "Ejercito de la Inhibición" contratacan al grupo de Revolucionarios de la Extroversión Anímica. Enseguida arman las defensas, las barreras, marcan limites, crean cercos, vallas, alambres de puas, fronteras. Busco refugio en un rincón, una habitación, sintonizo una radio de lentos, rescato los viejos cassettes o cds de Roxette, Brian Adams, Richard Marx o las bandas de sonido de Ghost, Philadelphia, etc.
Agito la bandera blanca de rendición, con partícular esmero, que duela. Los timidos compensamos el equilibro entre las alegrias ajenas con las tristezas propias.

2 comentarios:

La Rubia dijo...

NO ES DESAMOR, SE LLAMA NEUROSIS.
Obsesión (obsessio-onis, de obsideo-are, sitiar). Sitiar: cercar una fortaleza.
Sólo por un extremo AMOR se explica que una mujer se tome la trabajosa, frustrante y larga tarea de atacar las barricadas de esa fortaleza que permite al obsesivo mantenerse a salvo de su deseo.
Pero si (como dice Benedetti) pese a todo no puedes evitarlo y te salvas, entonces…

La Rubia dijo...

Te invité a mi fiesta y no viniste, NO TE ANISMASTE, si llegaste hasta el zaguán y volvíste.
Fui un regalo que no pudiste abrir, quemé tus manos y te fuiste, pensando en que el tiempo
haría las cosas por tí.
Siempre te quiere (y te acecha a la vuelta de la esquina)
Felicidad.

PD: (confieso q me inspiré en una canción q me dedicó Vicentico)