Llegó la camarera a decirme: - ¿Te traigo la carta o ya sabes?
-No, ya me decidí, le contesto. - Un té
- ¿De que lo queres?
-Un Té amo
Me miró con escepticismo, y salió hacia la barra. Al rato me trajo un té común, y debajo una servilleta escrita
-Té Quivocaste
Lo tomé de un sorbo y salí a seguir con mi vida
martes, 9 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)